Padre Nuestro que estás en los cielos, Reflexión Cristiana

Padre Nuestro que estás en los cielos, Reflexión Cristiana. Estudio corto de la Biblia sobre oración del Padre nuestro. Meditaciones cristianas, devocional para hoy viernes, sábado, domingo.  Postales cristianas, imágenes de Dios.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Reconocemos a Dios como padre, ese padre que da todas las cosas necesarias a sus hijos, está pendiente de su bienestar. Dios es nuestro padre y nosotros somos sus hijos si aceptamos a su Hijo Jesús como Salvador en nuestros corazones, creyendo en el sacrificio que hizo al morir en la cruz para salvarnos.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
En esta parte de la oración vemos la obediencia del hijo, en querer que se haga la voluntad del Padre Dios y ser diligente en obedecerla, de esa manera estará reinando en el hijo o hija.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Dios toma especial cuidado en alimentarnos no solo físicamente sino espiritualmente, que seamos fortalecidos en Jesús, quien dice la Biblia es el Pan de vida. Creyendo en Jesús creceremos en sabiduría para enfrentar problemas y superarlos. 
Dios provee para todas nuestras necesidades.  Y esta oración está libre de preocupación, porque dice: dánoslo hoy, hay confianza que Dios tiene cuidado de mi presente y mi futuro.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
El pecado es una deuda que dice la Biblia se debe pagar con la muerte, sin embargo, Dios nos perdona y nos da una nueva oportunidad, dejando atrás las cosas viejas y erradas que hacíamos.  Esto nos permite también ser sensibles en perdonar a aquellos que nos fallan.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;
Dios nos ayuda a que no seamos arrastrados por la tentación hasta el pecado, nos libra del mal si estamos cerca de Él pero si decidimos alejarnos, no escucharemos su tierna voz cuando nos llame para alimentarnos, darnos refugio, consolarnos, y restaurarnos.

Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
La oración comienza reconociendo a Dios en alabanza y termina así también.  Dios quiere que le alabemos porque esto nos da confianza, al ver todo su poder.  Cuando ores, no solo hagas peticiones, alábalo al principio y al final. 

 Por Mery Bracho

Mateo 6:9-13

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