¿Cuándo fue la última vez que dijiste: “Yo no sirvo para eso”? Tal vez fue porque en primaria te costó dibujar o llevar el ritmo, o porque alguien te pidió hacer algo y no tuviste éxito una vez.
Mi sobrino me ayudó a pintar una puerta con esmalte caoba, cuando terminó tomó la pequeña brocha con su mano y la estrujó y luego le echó jabón en polvo. Como vio que no se quitaba dejó la brocha y se lavó las manos con el mejor jabón líquido de ma…
El desánimo enferma, la alegría sana. La alegría es como una buena medicina, pero el desánimo es como una enfermedad. Proverbios 17.22. Cuando te sientes decaído, triste, cuando las cosas no te están saliendo bien hasta sientes que te duele la cabe…