Cuando estamos con los amigos, no siempre tenemos que hablar, escuchar es más importante. Guarda las palabras y quédate allí al lado de tu amigo o amiga y escucha o sencillamente comparte el silencio si hay dolor, herida, sufrimiento, pérdida.
Las palabras dichas con suavidad construyen relaciones, somo un árbol que da buen fruto y permiten que las relaciones interpersonales tengan un buen crecimiento, dan lugar a la armonía y al acercamiento.