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Necesito que Dios ilumine mi vida y mi camino.
Llegan
momentos a nuestra vida cuando no encontramos la salida, cuando lo intentamos
todo y nada funciona, con urgencia necesitamos luz en el camino, salir de ese
atolladero. La Palabra de Dios es
lámpara para nuestro camino para iluminar los pasos que damos, , pero ilumina
nuestro interior, nos hace ver donde hay oscuridad, en cuáles áreas debemos
trabajar para prosperar y crecer.
No siempre
sabemos por qué nos enojamos tan rápido en ciertas situaciones. La ira es sólo
un síntoma de un problema mayor, más profundo. En realidad ese no es el
problema.
La ira en
ese caso funciona como la fiebre para la persona que tiene la infección, la
fiebre es solo muestra de que esa persona necesita antibióticos o tiene una enfermedad, cuando el
tratamiento médico adecuado se le dé, desaparecerá la fiebre.

Nuestras acciones tienen consecuencias
La gente espera recibir
buenas cosas siempre aunque hayan sembrado cosas malas como contienda, ira,
palabras hirientes, abandono, ignorancia, apatía.
El sabio Salomón dice: “El
que cava un hoyo caerá en él y el que derriba una pared será mordido por una
serpiente. El que mueve grandes piedras sale lastimado y el que corta
árboles corre peligro de que le caigan encima. Pero la sabiduría hace más
fáciles los trabajos... Las cosas se hacen bien, si se hacen con sabiduría”.
*
Ya no
quiero vivir enojado
Una luz amarilla en el
tablero del auto indica que hay un problema en alguna parte de él. Que se
encienda la luz no es el problema, solo muestra la necesidad de resolver un
desperfecto en el interior. La ira o enojo en nuestro diario vivir es
eso, una luz amarilla, indica que tenemos que ver dónde se origina y por
qué.
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